martes, 26 de octubre de 2010

LA RANA Y EL ESCORPION.

La crisis económica que padece España y el paro que azota a los ciudadanos que habitan esta piel de toro ha dejado en segundo plano ese otro problema con el que hemos tenido que convivir desde tiempos de la dictadura y durante toda la democracia. El problema vasco, o perdón, mejor dicho, el terrorismo vasco.

Durante este largo periodo de tiempo ETA ha hecho ademán de abandonar las armas en varias ocasiones,  pero en ningun momento ese gesto ha sido sincero. Quizás es debido a su naturaleza.

¿Habeis visto “Juego de lágrimas” de Neil Jordan?

Es una película de los años 90 que ganó un oscar por su guión. Aparece el conflicto irlandés, y otro terrorismo, el del IRA. También se habla de la identidad sexual y de los conflictos vitales. Os la recomiendo.

En un momento dado un personaje, no recuerdo bien si es Forrest Whitaker le cuenta a otro la fábula de la rana y el escorpión:

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Un escorpión, que deseaba atravesar el río, le dijo a una rana:

“Deseo atravesar el río, pero no estoy preparado para nadar. Por favor, hermana rana, llévame a la otra orilla sobre tu espalda”

La rana, que había aprendido mucho durante su larga vida llena de privaciones y desencantos, respondió enseguida: “¿Que te lleve sobre mi espalda? ¡Ni pensarlo! ¡Te conozco lo suficiente para saber que si te subo a mi espalda, me inyectarás un veneno letal y moriré!”

El inteligente escorpión le dijo: “No digas estupideces. Ten por seguro que no te picaré. Porque si así lo hiciera, tú te hundirías en las aguas y yo, que no sé nadar, perecería ahogado”

La rana se negó al principio, pero la incuestionable lógica del escorpión fueron convenciéndola... y finalmente aceptó.

Todo iba bien. La rana nadaba con soltura a pesar de sostener sobre su espalda al escorpión. Poco a poco fue perdiendo el miedo a aquel animal que llevaba sobre su espalda.

Llegaron a mitad del río. Atrás había quedado una orilla. Frente a ellos se divisaba la orilla a la que debían llegar. La rana, hábilmente sorteó un remolino...

Fue aquí, y de repente, cuando el escorpión picó a la rana. Ella sintió un dolor agudo y percibió cómo el veneno se extendía por todo su cuerpo. Comenzaron a fallarle las fuerzas y su vista se nubló. Mientras se ahogaba, le quedaron fuerzas para gritarle al escorpión:

-“¡Lo sabía!. Pero... ¿Por qué lo has hecho?”

El escorpión respondió:

- ¡”No puedo evitarlo. Es mi naturaleza

Y juntos desaparecieron en medio del remolino mientras se ahogaban.

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Y a mí me da por pensar en el momento actual, y veo a la serpiente de ETA como el escorpión de la fábula, y al actual gobierno como la inocente rana. Y ambos tratan de atravesar a esa otra orilla idílica donde reina la paz.

¿No os parece?

Ahora que parece que ETA ya no mata, ahora que el terrorismo está en un segundo plano tapado por la crisis, ahora que Zapatero ha pactado con el PNV para salvar los presupuestos, ahora se vuelve a hablar del abandono de las armas , de la renuncia a la lucha armada, se habla incluso de la participación de esta izquierda batasuna en futuros procesos electorales.

Pero dados los antecedentes. ¿Nos podemos fiar de un escorpión, conociendo como es su naturaleza?

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